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Juego Limpio, una película sobre masculinidad frágil en el ámbito laboral

Fair Play o Juego Limpio, película dirigida por Chloe Domont, me dio una idea de la sutil fragilidad masculina en el ámbito laboral.

Por Maria Fernanda Estrada Cisneros

fair-play-juego-limpio.jpg Foto por Netflix

En el torbellino del mundo laboral, las mujeres han forjado su camino en terrenos que durante mucho tiempo fueron dominados por hombres. Sin embargo, la lucha por la igualdad de género dentro de estas esferas aún persiste. En un escenario donde los trajes se ajustan más a la medida masculina que a la femenina, las mujeres enfrentan desafíos únicos, desde el sesgo implícito hasta las barreras estructurales que restringen su avance.

Este es un análisis crítico de esa realidad con base en la película Juego Limpio*, de Chloe Domont. Es un llamado a reconocer y desmantelar los obstáculos invisibles que enfrentan las mujeres en el mundo de los negocios, un lugar donde la brillantez y la capacidad no tienen género, pero donde las oportunidades a menudo vienen de la mano con la envidia y un sentimiento amenazador por parte del género opuesto.

Echamos un vistazo a este thriller erótico protagonizado por Phoebe Dynevor y Alden Ehrenreich, en este filme una pareja de analistas financieros (Emily y Luke) trabaja en la misma empresa, con empleados y proyectos competitivos. Se abre una vacante para subir de puesto y los dos esperan que él sea el elegido para tomar el mando. Sin embargo, su jefe, un hombre imponente y admirado, decide ascenderla a ella. Sintiéndose culpable, ella trata de ayudar a su novio a subir de rango sin siquiera celebrar su triunfo.

Luke se muestra angustiado por la conclusión de los hechos, y conforme la trama se va desarrollando, su actitud comienza a evolucionar, disminuye su afecto hacia ella, se muestra frío y se pone a la defensiva con cada comentario que le hace Emily, llegando a un punto violento en el cual ella decide tomar una decisión difícil pero necesaria.

La violencia de las escenas contra la pareja femenina muestran la cruda verdad que se vive en muchas relaciones interpersonales. ¿Has notado cómo ciertas actitudes o comportamientos que desafían esa idea de masculinidad tradicional pueden desencadenar reacciones negativas? A veces, los hombres que se sienten amenazados por sentir que no cumplen con esos estándares pueden recurrir a la violencia emocional, física o psicológica contra sus parejas para intentar mantener esa imagen de masculinidad.

En este camino hacia la igualdad de género, nos encontramos con la fuerza y el poder de las mujeres, pero también con la fragilidad que rodea a la masculinidad en ocasiones.

¿Cómo se relacionan? ¿Por qué es importante entender esta relación? Este fenómeno cinematográfico revela una intersección entre el empoderamiento femenino y cómo la “masculinidad frágil” a menudo se siente amenazada por este poder emergente.

La fragilidad del género “dominante” se revela cuando la confianza de un hombre se tambalea ante el éxito de una mujer. No es un rasgo inherentemente masculino, sino una construcción social que ha moldeado la idea de hombría en torno al poder y el control.

¿Cómo combatir esta fragilidad? La respuesta no es despojar a los hombres de su poder, sino alentar una nueva definición de masculinidad: una que abrace la vulnerabilidad, la empatía y la igualdad. Porque, al final del día, el empoderamiento no es un juego de suma cero, sino la colaboración para crear un mundo donde todos puedan florecer. Es como si hubiera estas ideas de que los hombres tienen que ser los líderes y proveedores, entonces cuando ellas logran algo grande, puede ser como un golpe para esa idea. ¡Es un lío de expectativas y roles de género que se enredan!

Aquí está la clave que todavía no terminamos de entender y algunos hombres no terminan de aceptar: al fortalecer a las mujeres, también se crea un espacio más seguro y liberador para los hombres, donde puedan dejar de lado la presión de encajar en estereotipos limitantes.

fair play juego limpio

Esta película es un eco resonante sobre la codicia y pasión desenfrenada combinada con envidia y errores, transmitiendo un mensaje de fortaleza y resistencia. El desenlace de la trama se basa en la confrontación de poder entre sus personajes principales y cómo un hombre se da cuenta de su debilidad y el dolor que inflige en una mujer que puede con todo.

Se debe comenzar un diálogo reflexivo y constructivo sobre cómo crear un entorno laboral más inclusivo, uno que celebre la diversidad de género y reconozca el inmenso valor que aporta la presencia femenina. Es hora de construir puentes en lugar de muros, de celebrar la diversidad en todas sus formas.

Así que, amigo/a, te invito a sumarte a esta conversación, a desafiar las normas impuestas y a abrazar una nueva visión de género. Porque cuando empoderamos a una mujer, no estamos disminuyendo a un hombre, estamos creando un mundo más equitativo y pleno para todos.

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Última edición: 28.11.2023