¡Hola! Hace un tiempo que no escribo, ¿estas bien? Hace poco volví a leer un artículo que escribió Meghan Markle sobre la importancia de preguntar si estamos bien, es por eso que te quiero preguntar si ¿estas bien?
Me gustaría contarte que estos últimos meses han sido un poco difíciles para mí, por fin llegó el diagnóstico que tanto esperaba, estoy dentro del espectro autista.
Pensé que al recibir mi diagnóstico mi vida tendría un nuevo sentido o al menos mi vida ya no sería un caos, el no poder comunicarme, el no poder ver el mundo como las otras personas siempre fue un problema para mí pero, tras recibir mi diagnóstico empecé a ver mi vida como una mentira, me sentía sin rumbo preguntándome ¿quién soy? ¿por qué no me di cuenta antes? ¿Cómo será mi vida ahora?
Fui cayendo en una depresión terrible, tenía pensamientos suicidas, los cuales me llevaron a tener miedo de estar despierta, solo pensaba en ya no estar aquí y en lo mucho que deseaba que aquellos pensamientos desaparecieran.
¿Cómo podría explicarlo? La mejor manera de explicar lo que sentía y lo que pensaba era la siguiente: sentía que mis pensamientos ya no me pertenecian, tenía miedo de abrir los ojos y ver que era un nuevo día, me paraba de la cama y enseguida mis pensamientos despertaban y me llenaban de angustia, pensé en muchas formas de terminar con todo, —todo será mejor cuando yo no esté—.
Las palabras que Meghan Markle escribe en su artículo después de tener un aborto espontaneo fueron:
“La unica manera de sanar era preguntar: ¿estas bien?”
Yo no estaba nada bien pero ¿por qué no le decía a nadie? ¿por qué no quería compartir esto que estaba sintiendo? Creo que no quise hablarlo con nadie porque me daba miedo ser juzgada, porque para las demás personas soy un adulto promedio con estrés que no puede manejar.
El hablar por primera vez de mis pensamientos suicidas fue muy difícil, recuerdo hablarlo con mi hermano, y decirle que quería morirme, que tenía mucho miedo, al decirle esto me avergoncé mucho, se supone que yo debo cuidarlo porque él es mi hermano pequeño.
Hablar sobre mis pensamientos suicidas me hace sentir débil, vulnerable y cobarde sobre todo porque toda mi vida he luchado contra esto, tuve un intento de suicidio cuando tenia nueve años, recuerdo que en ese momento pasaban muchas cosas en mi vida que como niña no entendia, me resultaba dificil relacionarme con mis compañeros de clase, jugar o que me tocaran, recuerdo tener ataques de ansiedad sin saber que era eso, solo recordaba los latidos de mi corazón y una desesperación que me costaba controlar. Así que estos pensamientos y sentimientos han estado presentes en mi vida lo suficiente para entender que van y vienen, sobre todo cuando mi nivel de estres es muy alto.
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Pero a diferencia de cuando tenia nueve años esta vez tengo un grupo de apoyo, puedo contar con mi familia y amigos, aunque mi circulo social es muy pequeño creo que es suficiente y hablar abiertamente sobre mi salud mental, hablar sobre las veces que pienso que estoy demas en este mundo me ayuda a que el pensamiento se vaya.
Hablar sobre suicidio nunca es fácil, pero creo que es necesario para poder recibir ayuda. Las personas que, como yo, tenemos tendencias suicidas, nos sentimos avergonzadas, juzgadas y solas y el poder levantar la mano y decir —¡no estoy bien, necesito ayuda!— es el comienzo para poder lograr estar bien.
Querido lector, estoy feliz de poder escribir y estar aquí para ti.
Última edición: 20.01.2023