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He pensado mucho en las maneras en las que me comunico con el mundo, en las maneras que veo el mundo y en las formas en las que he amado a través de mi corta pero caótica vida ¿Aún sigues conmigo?
Recibí mi diagnóstico de autismo hace unos meses y desde entonces he sido muy paciente conmigo, he tenido preguntas sobre mí toda mi vida y las respuestas llegaron hace unos meses sentada en un gran consultorio blanco con un enorme sillon negro, donde el atardecer se veía realmente hermoso en lo alto de un edificio, supongo que el pronóstico de aquél dia caluroso, me llevaría a ser diagnosticada con autismo nivel 1.
Una parte de mí lo sabía, pero necesitaba esa confirmación, esas palabras que me dieran luz verde para comprender por fin el mundo en el que he habitado por veintinueve años, pero en el cual nunca me he sentido parte.
Pero, ahora que poco a poco me siento parte de este mundo —o tal vez debería decir “de mi propio mundo”—, puedo compartirte algunas cosas que antes eran muy difíciles para mí mostrar en un mundo neurotípico.
Hice un manual de supervivencia, cuando alguna situación me incomoda, alguna ropa me pica o simplemente siento que en ese momento el mundo es mucho para mí.
- Llevar audífonos silenciadores (cuesta un poco de trabajo coordinarse al caminar, pero lo ando dominando)
- Usar ropa holgada y suave, los días calurosos son todo un reto para mi, la ropa tiende a lastimarme. ¡Es mejor estar preparada!
- Una libreta pequeña. La uso para escribir mi rutina, no soy muy flexible con los horarios o los planes que salen de imprevisto, ¡mi libreta jamás miente!
- ¡Aletear! Cuando algo realmente me emociona no puedo evitar aletear, antes escondía esa parte de mí, pero ahora es lo que más disfruto, no sé cómo expresar mi emoción ante algo así que… simplemente aleteo.
- Socializar puede ser un poco abrumador, o más bien muy abrumador. Me tomo mi tiempo para poder adaptarme, cuando ocurre esto simplemente me alejo un poco y regreso dispuesta a responder preguntas que me hagan.
Estoy intentando cada día sentirme bien conmigo misma. Aún hay cosas que me resultan un tanto injustas, pero poco a poco me he ido adaptando al mundo, mis amigos y familia me han ayudado mucho, al igual que mi psiquiatra.
Estoy aprendiendo mucho de mí, creo que este año fue el año que realmente me conocí.
En resumen, creo que el haber recibido mi diagnóstico de autismo me ha ayudado a comprenderme, el saber un poco mas de mí ha hecho que esté haciendo las paces con mi niña del pasado, aquella niña que sentía que no encajaba con sus compañeritos de primaria, que al escuchar ruidos se cubría los oídos para defenderse de los sonidos que la hacían entrar en crisis, creo que le diría a esa pequeña Andy que todo estará bien que lo superaremos y tendremos personas que nos amen.
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Última edición: 13.11.2023
