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El sólo hecho de escribir la palabra me hace sentir exhausta. Me confieso pasajera de un cambio constante desde que tenía siete años, cada par de años traía con él un nuevo cambio, ya fuera de ciudad, escuela o amigos y con éste, venía un nuevo proceso de adaptación y la formulación de nuevas metas.
Quizá este patrón de conducta se volvió tan familiar que fue cuestión de independencia para que saliendo de la universidad continuara su cauce; nueva ciudad, nuevo trabajo, nueva casa, nuevos amigos. ¿Alguna vez lo has vivido? Puede resultar emocionante pero a la vez muy abrumador.
Hoy, tras 10 años de cambios constantes vuelvo a empezar de nuevo, en un nuevo país e intentando dar un giro a mi pasión: la industria editorial. A veces es difícil entender cómo se puede elegir dar un giro a aquello que te dio el coraje para pasar sobre todo para alcanzar tus metas, pero las circunstancias que te llevan a hacer a un lado la esencia, son las que te hacen replantear si vas por el camino correcto. Y es que estamos en esa era en la que el cambio y evolución de la información es tan rápida, que te hace olvidar lo fundamental del todo, lo que a mis ojos es lo más simple pero lo más importante de la vida: conectar.
En un esfuerzo por mantenernos al día con las últimas actualizaciones nos hemos olvidado por completo del contenido de las cosas y esa conexión interna, conectar con quién te lee, con tu familia, con el extraño que tienes junto, escuchar y sobretodo, conectar con nosotros mismos.
foto: Fátima Fuentes
Ante esta carencia me encuentro con este nuevo espacio en blanco, The blank letter, esta comunidad de mujeres invencibles que aportan información con alma y significado. Una página con contenido real, trendy y utilitario que lejos de hacer dar un scroll down, te hará leer y edificarte palabra por palabra.
Se trata de ser lo suficientemente sinceros con nosotros mismos, para seleccionar los contenidos con los que construimos nuestra realidad.
Si pudiera redefinir la palabra reinventar, entonces la llamaría “sobre construir” porque no se trata de volver a inventar, sino de construir sobre los cimientos, aprendizajes y relaciones en los que hemos trabajado cada cambio. Se trata de nutrir nuestra esencia y la conexión que tenemos con el mundo. Al fin y al cabo; movimiento es vida y en cada decisión viene con nosotras ese coraje femenino que cada una posee.
Sin duda, The blank letter es una respuesta asertiva y real para aquellas que busquen conectar con información auténtica. Y lo mejor es que en cada artículo existe un toque de coolness.
Cualquiera que tenga algo que decir, puede escribirlo en The blank letter. Publicamos artículos escritos por autores con diversas opiniones, que no necesariamente reflejan nuestra forma de pensar. ¿Tienes algo que contarnos? Da click aquí y descubre cómo.
Última edición: 12.03.2019
