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El poder de las habilidades humanas (soft skills) en tu vida y tips para desarrollarlas

Aída Aguilar y Amaya Iriarte, expertas de los talleres Lifehacker, nos comparten sus tips para desarrollar nuestras habilidades humanas (soft skills), técnicas para hacer networking y mucho más.

Por Karla Reyes

taller-habilidades-humanas.jpg Foto por cortesía

Las soft skills o habilidades humanas son atributos personales que todos (sí, TODOS) necesitamos; no solo para crecer como profesionistas, también como individuos.

Según un informe publicado por LinkedIn, las cinco habilidades humanas más demandadas en el ámbito laboral en 2020 fueron: creatividad, persuasión, colaboración, adaptabilidad e inteligencia emocional.

Ok, está muy bien saber cuáles son las características que las empresas buscan en los candidatos pero, ¿cómo se desarrollan esas habilidades? Justo esa es la pregunta que Aída Aguilar y Amaya Iriarte se hicieron en algún punto de sus carreras, mientras trabajaban en el equipo de marketing en Google.

Afortunadamente, no solo se conformaron con conocer la respuesta, sino que desarrollaron toda una serie de cursos para ayudar a desarrollar y refinar las habilidades personales, para lograr objetivos de una manera más efectiva y eficiente.

Platicamos con Aída y Amaya, quienes imparten los talleres Lifehacker en Multiplica Academy, y nos compartieron algunos consejos para desarrollar estas habilidades, sus técnicas para hacer un mejor networking, tips para alcanzar objetivos, ¡y mucho más!

¿Cómo se conocieron?

Amaya: Nos conocimos hace unos siete años. Cuando yo entré a trabajar a Google, Aída llevaba ahí ya un ratito y, aunque estábamos en diferentes áreas, las dos trabajábamos en el equipo de marketing. De hecho nos sentábamos como a tres lugares.

¿Cómo surge la idea de crear los talleres Lifehacker?

Aída: Hace unos tres o cuatro años yo estaba viviendo en Singapur trabajando en el equipo regional de marketing y me acuerdo que un día, no sé qué me habrá pasado exactamente, pero dije —¡Agh! Si tan solo alguien me hubiera ayudado, no la hubiera regado de esa manera.

Recuerdo que fui con uno de mis amigos (que también era mexicano) y le dije —¿No sientes que en la universidad y en los cursos que tomamos, te explican y te cuentan tantas cosas, pero nunca lo que realmente te sirve en el día a día?

Nos quedamos pensando y sí, hay cosas que nadie te dice y nadie te enseña, lo tienes que ir aprendiendo a tropezones por la vida. Ahí fue cuando pensé —Me encantaría un día hacer un curso que le ayude a la gente con tips, atajos, herramientas para realmente saltarse estos tropezones que te das a veces en el trabajo.

Y de ahí nació la idea, hace tres o cuatro años. Le di muchas vueltas, lo dejé de lado y el año pasado surgió la oportunidad. Le hablé a Amaya para proponerle hacer un curso, que después resultaron ser tres.

Amaya: Sabemos que hay mucha gente que tiene estas habilidades muy al natural, como que algo en su formación de vida los ayudó a desarrollarlas… pero hay otras que no se dan fácil. Nos dimos cuenta que todas se pueden aprender y desarrollar y que podíamos ayudarle a la gente a hacerlo en sesiones de unas cuantas horas.

Se habla poco de estas habilidades o soft skills, ¿en qué momento de sus carreras se dieron cuenta de su importancia?

Amaya: Creo que no me había dado cuenta de que existían estas habilidades hasta que una persona en mi equipo me dijo —Amaya, tú tienes muy buena mano izquierda —y yo no no tenía idea qué era eso. Luego me di cuenta que se refiere a ir y convencer a la gente de que hagan lo que tú quieres, sin presionarlos ni hacerlo tan obvio.

¡Yo no sabía que tenía esa habilidad! Ahí empecé a analizar y a entender que eso me había ayudado toda mi carrera y yo ni cuenta me había dado. De haber sabido, a lo mejor podría haber desarrollado más o aprovecharla y usarla para otras cosas.

En el taller se habla de liderazgo, ¿creen que todos podemos ser líderes?

Aída: Algo que nosotros platicamos en el taller es que todos tenemos la capacidad de ser líderes porque, como decía Amaya, el liderazgo es una serie de habilidades que puedes desarrollar para serlo; hay gente que las trae más natural que otros. Pero la pregunta está en si quieres ser líder o no quieres ser líder.

De poder o no poder, se puede. Querer o no querer, esa es la pregunta.

Amaya: También siento que hay áreas o partes de tu trabajo en donde sí eres líder y otras donde no… no por ser líder es que ya, vas a ser líder en todo lo que haces. Puedes tomar ese liderazgo personal y decir —Yo quiero desarollarme en hacer esto.

O cuando hablamos de trabajo en equipo, no quiere decir que al ser líder del equipo les vas a decir qué hacer; más bien, ser líder de forma que ayudes a que el trabajo se haga más fácil y se lleguen a soluciones más rápido.

Entonces, cuando hablamos de ese liderazgo, buscamos empoderarte para que logres los objetivos en cualquier faceta de tu vida, no solo a que seas el que manda.

Actualmente se habla mucho de los beneficios de hacer networking. ¿Cómo creen que es una buena forma para empezar a hacerlo?

Aída: Ahí se lo dejo a Amaya, ella es la master del networking. [Risas]

Amaya: La verdad es que sí creo que un buen networking te ayuda a lograr varios objetivos, mientras no lo veas como —voy a forzar la amistad con alguien para que me ayude con este objetivo. —No, yo siento que cuando las cosas se dan naturales, todo se acomoda a lo que necesitas.

Hay organizaciones, como una que se llama Latinas in Tech, que antes de la pandemia se juntaban una vez al mes y tenían paneles; se me hace algo súper padre para las mujeres (en especial si te interesa la tecnología). Ese tipo de networking ayuda mucho porque además, también a lo mejor conoces a mentores, a alguien que te va ayudar a entrenarte para una entrevista, a decirte qué investigar para lograr ese objetivo que quieres o va a decirte con quien puedes platicar…

Un networking, especialmente entre mujeres, se me hace algo súper bueno porque si no nos apoyamos entre nosotras, nadie nos va a apoyar. Una de estas mujeres puede ayudarte a encontrar la solución a lo que necesitas, mientras ese networking sea genuino y por interés de crear relaciones.

Aída: Lo único que yo agregaría es que hay gente a la que [el networking] se le da muy fácil, pero para los que no tanto, lo más importante es que sea auténtico. Creo que algo que ha pasado mucho en empresas es que tienen hasta una cuota, he visto gente que tiene cuota de la cantidad de personas que tienen que conocer en seis meses o en un evento tienen que platicar con cinco personas, ¡y lo sientes!

Como dice Amaya, construir relaciones verdaderas y auténticas sirve muchisísimo. Yo creo que muchos de los pasos que he dado en mi carrera es porque estaba conectada, ¿sabes? Y no por un tema de interés, sino más bien por un tema de curiosidad.

Hablando sobre productividad, sabemos que ambas tienen varios proyectos sucediendo al mismo tiempo, ¿usan alguna técnica o herramienta que les ayude a cumplir sus objetivos?

Aída: Hay una cosa —que yo insisto mucho con los alumnos del curso— que es tener claridad en lo que quieres. Porque muchas veces nos cachamos haciendo cosas que ni siquiera sabemos por qué las estamos haciendo y nos están quitando tiempo, dinero, esfuerzo y vida, que es lo más importante.

Entonces, creo que sí hay que pasar tiempo pensando: qué es lo que quiero, a donde quiero ir, qué es lo que quiero lograr, realmente estoy donde tengo que estar; porque, en el momento en el que sabes a donde quieres llegar y tienes objetivos claros, es mucho más fácil alinear las decisiones de tu vida hacia esos objetivos y aprendes a priorizar las cosas.

No digo que sea fácil; pero al menos empezarte a cuestionar y tener una idea de porqué estás haciendo las cosas ayuda muchísimo. Y priorizar, priorizar, priorizar, es uno de nuestros módulos al principio del taller.

En el momento en el que sabes a donde quieres llegar y tienes objetivos claros, es mucho más fácil alinear las decisiones de tu vida hacia esos objetivos y aprendes a priorizar las cosas.

Amaya: Justo iba a decir priorizar y también conocerme a mí misma. Yo soy mucho de que, a lo mejor no hago las cosas como debería, pero ya me conozco y sé que bajo presión funciono mucho mejor; entonces, cuando me siento tantito presionada le dedico mucho a lo que tengo que hacer y lo hago más eficientemente.

Entonces, priorizar cada una de mis actividades, asegurarme de que tengo tiempo para hacer todo lo que me estoy comprometiendo a hacer y tratar de no llenarme de actividades que después sé que voy a sufrir. Busco tener un balance, no soy workaholic y no quiero volverme, entonces acepto solo los proyectos que sé que voy a poder cumplir.

¿Cómo se desconectan del trabajo en sus tiempos libres?

Aída: Yo soy de las que tiendo a trabajar de más, porque me gusta mucho, me apasiono y me lleno de cosas. Últimamente he entendido la importancia de conocerme realmente, saber qué es lo importante para mí y aprender a poner límites.

Por ejemplo, hace poco descubrí que para mí es súper importante todos los días hacer yoga (aunque sea 15 minutos o media hora), tomar dos litros de agua, salir tantito a que me de el sol y ahora estoy tomando decisiones muy conscientes de priorizar esas cosas. Esos son momentos que disfruto, me emocionan y me dan un poco de equilibrio. Pero sí es importante ser muy consciente, limitar y poner prioridades claras. ¿Soy la mejor? No, estoy aprendiendo, pero sí me ha ayudado el aprender a decir —hasta aquí —y respetar. Porque es un compromiso conmigo, no con los demás.

Amaya: Yo, lo que hago para desconectarme, es ir a hacer ejercicio de lunes a sábado. Antes de que empezara la pandemia lo estaba haciendo súper cumplida, luego llegó la pandemia, cerraron los gimnasios y me quedó “el gusanito”. Desde que abrieron de nuevo estoy yendo y, la verdad, es que eso me ayuda muchísimo a desconectarme y a sentirme bien.

También todas las noches antes de dormirme veo Netflix, leo o hago algo que no sea en la computadora; necesito desconectar la mente completamente antes dormirme porque si no, no puedo.

Además tengo un book club en el que leemos un libro al mes, pero trato de leer más.

¿Nos podrían contar sobre alguna debilidad en la que hayan tenido que trabajar para ser mejores profesionistas y cómo lo hicieron?

Amaya: ¡Qué buena pregunta! Siento que algo en lo que sigo trabajando es decir que no y aprender a dar feedback.

En nuestro curso damos consejos de cómo dar feedback y hablamos de que el feedback es un regalo. Pero cuesta mucho cambiar el mindset a decir —Voy a dar feedback y todo va a estar bien—eso lo he trabajado mucho y lo sigo trabajando. Se trata de poner límites y, si no estás 100% contenta con algo, levantar la mano y decirlo.

Aída: Creo que para mí sería el decir que no. Esa es una de las cosas que más me ha costado, creo que desde niño te van enseñando cosas como —tienes que sonreír, di que sí, las niñas buenas nunca se enojan, no se causan conflictos… —y en la mente de muchos de nosotros, decir que no es igual a crear un conflicto.

Pero luego entiendes que un “no” solo es un límite y los límites son muy sanos. Durante muchos años dije “sí” a todo, a causa de mi bienestar física, de mi sueño, de mis amigos, de estar con mi familia… Y últimamente, creo que la frase que tenemos en el curso que me llega mucho es “por cada sí que digas, hay un no detrás”, ya sea un “no” a ti o alguien que quieres.

Entonces, el ser muy consciente de que el día solo tiene 24 horas y que solo hay una cantidad limitada de cosas que puedes hacer, eso me ayuda. Pero sí me causo muchos dolores de cabeza en la vida, todavía estoy tratando de aprender y sigo trabajándolo día a día.

¿Para quién es el taller Lifehacker?

Aída: Para cualquier persona que esté trabajando y que quiera mejorar su calidad de vida. Yo creo que todos estos tips, atajos, herramientas que damos, te ayudan a desarrollar y estructurar tu vida de una manera mucho más fácil y eficiente, y lo hacemos solo con a finalidad de que la gente sea más feliz. Que aprendamos a disfrutar nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro trabajo y quitarle todos esos temas que a veces pueden ser un poco más complejos.

Cualquier persona que esté empezando su carrera laboral o que ya lleve algunos años y quiera mejorarla, para ellos lo hacemos.

Amaya: Sí, para gente que está empezando pero también, a lo mejor hay alguien que ya lleva un rato y piensa —soy pésimo negociando —o— trabajar en equipo me ha costado mucho. Siento que hay personalidades para todo y a lo mejor hay alguien que no se siente tan seguro con sus habilidades humanas y sí con las técnicas.

Cualquiera que quiera mejorar esas habilidades, es bienvenido a tomar el curso.

Finalmente, ¿qué podemos esperar de los cursos Lifehacker?

Aída: Tenemos tres cursos: el primero es Liderazgo Personal, el segundo es Trabajo en Equipo y el tercero es Aprendiendo a ser Líder.

Como ves, es súper amplia la oferta. En el primero, Liderazgo personal vemos desde cómo priorizas tu tiempo, cómo manejas a tus stakeholders dentro de la empresa hasta cómo aprendes a comunicar de una forma más efectiva… Son cosas que a todos nos sirven en el día a día.

En el segundo, Trabajo en equipo, tocamos temas como manejo de conflicto, toma de decisión, negociación… Todas esas habilidades que tienes que desarrollar para ser un mejor líder de equipo.

En el tercero, Aprendiendo a ser líder, hablamos de: ¿cómo soy líder de un equipo por primera vez?

La verdad es que, muchas veces, en las empresas te avientan al ruedo a liderar un equipo y no tienes ni idea cómo hacerlo; sientes que se te cae el cielo encima, nadie te explica lo que estás haciendo. Es por eso que quisimos dar algunos consejos y habilidades que puedes desarrollar para ser un mejor líder en un equipo.

Creo que el rol de líder hoy en día es súper importante; es de acompañamiento, de desarrollo de las personas, de ayudarlas a crecer y, si tú misma no has crecido, se te va a hacer muy complicado ayudar a otros.

Creemos que, tanto el trabajo personal, como el trabajo en un equipo y el ser manager por primera vez, son cosas muy importantes que pasamos haciendo muchas horas al día y queremos que se sientan más empoderados, contentos y cómodos.

Amaya: Nuestros alumnos describen nuestros cursos como “teoría, práctica y chisme” [risas]. Como que al final todos acabamos de cuates, platicando, la gente comparte su experiencia. Es un grupo de apoyo donde puedes ir a desahogarte sobre lo que está pasando en tu vida laboral, darte cuenta de que no estás solo, hay más gente que está pasando por lo mismo y que te pueden dar consejos de cómo resolverlo.

Hemos tenido sesiones en las que acabamos llorando de la risa, creo que ayuda mucho saber que son cursos divertidos con cosas que te van a servir para cualquier aspecto de tu vida.

Nos gusta mucho el material que desarrollamos para la gente y estamos contentas de que les guste y se sigan inscribiendo.

Última edición: 31.03.2021