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Belkaa Photographer / Tima Miroshnichenko
Aunque, para muchas personas ir al cine solos es una actividad de lo más normal en sus vidas, no lo es para mi. Me aventuré a ir al cine sola por primera vez y no puedo esperar a contarte cómo me sentí antes, durante y después de la película.
Tenía más de seis años, quería vivir esa experiencia de pasar todo un día conmigo misma y una de las actividades que definitivamente estaba en mi lista era entrar al cine sola y ver una película para después anotarlo en mi diario y en un futuro, mi hija pueda leerlo ¡y piense que yo era una introvertida muy cool!
Tenía muchas ganas de ver Oppenheimer y sabía que si no entraba al cine a verla, me arrepentiría toda mi vida ¡Y sí! Estoy siendo dramática.
Había tenido la oportunidad, de ver varias películas de Cristopher Nolan en el cine. Pero siempre lo hacía acompañada de alguien que no le interesaba en absoluto lo que pasaba en pantalla, solo iban conmigo porque sabían que habría palomitas y sodas gratis, no estaba dispuesta a pasar por algo así de nuevo.
De camino al cine estaba muy nerviosa, de pronto regresó a mi ese complejo de adolescente que tenía cuando tenía que hacer alguna actividad en solitario; me invadía un sentimiento de soledad y miedo pero, sobre todo, sentía que las personas me observaban y se reían de mí. Esto no es nuevo para mi, he vido con distimia muchos años y se que es algo que siempre me pasa.
Al comprar mis boletos me sentía sumamente segura de mi misma, incluso la chica de taquilla me ofreció una tarjeta de cine, pensé que las personas me iban a ver “raro” por no llevar un acompañante pero ¡jamás pasó! De hecho, había muchas personas que iban solas, lo sé porque solo éramos siete personas viendo Oppenheimer.
Fue el mejor día, disfruté cada segundo de la película. Oppenheimer fue una película realmente perfecta de principio a fin. Cuando la terminé de ver, debo confesar que tenia taquicardia, aunque la explosión de la bomba atómica es el “clímax” no es lo más impresionante de la película. Esos saltos de tiempo que hacía Nolan para ver el antes, durante y después de la vida de Robert Oppenheimer fue lo que mas hacia a mi corazón tener palpitaciones.
Al final de la película, recuerdo decirme bajito: “por favor Cristopher dame ese final que hará que no pueda dormir en toda una semana”… ¡y lo cumplió!
En resumen, ir al cine sola fue una aventura muy divertida, que definitivamente la repetiría de nuevo.
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Tomarme un tiempo para mí y hacer una actividad que no requería más que mi disposición a estar sola, creo que ha sido algo que me ha permitido saber que no importa lo que suceda, mientras me tenga a mi todo va a estar bien.
Y tú… ¿qué película has ido a ver que te ha impactado?
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Última edición: 24.07.2023
