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Pasos en la ciudad

Son las 7 de la noche, la ciudad se ha hecho lenta, el tráfico vehicular pesado y los autobuses escasos...

Por Luis Antonio Lamadrid

pasos-en-la-ciudad.jpg Foto por The blank letter

I

-¿Este autobús llega al aeropuerto?

Preguntó ella a un grupo de jóvenes que esperaban delante en la fila del metrobus.

-Sí.

Respondió un joven de forma nerviosa.

-Pero todos dicen San Lázaro ¿No debo tomar otro después para llegar?

Otra joven con actitud más segura le aclara:

-Mira, no te preocupes nosotros vamos a San Lázaro también.

Los ojos verdes de la joven turista sonríen detrás de sus anteojos octagonales de armazón dorado.

Son las 7 de la noche, la ciudad se ha hecho lenta, el tráfico vehicular pesado y los autobuses escasos. Después de esperar tres unidades que han pasado repletas de pasajeros, logramos abordar.

En ese momento de acomodarse en el estrecho pasillo del autobús, solo se escucha el timbre del lector de tarjetas que registra el pago de boletos, suena muchas veces pero no corresponde a la cantidad de pasajeros que abordamos.

El operador en su rutina no pone atención a ese detalle y da por buenos los cobros, cierra la puerta y arrancamos.

Al girar en avenida Pino Suárez, la joven golpea sin querer con su enorme mochila de campismo a una mujer cercana al grupo de jóvenes.

-¡Disculpe señora!

Dice la joven quien se sostiene con dificultad del pasamanos.

-No te preocupes m’ija.

La joven le sonríe apenada a manera de disculpa, mientras logra equilibrarse pregunta al pequeño grupo de antes.

-¿Falta mucho para San Lázaro?

Los jóvenes asienten con la cabeza.

Ella acomoda sus anteojos, mientras sacude ligeramente su cabeza y ajusta su cabello rubio atado en un pequeño chongo.

Se toma firmemente del pasamanos y se inclina un poco para ver por las ventanas del autobús las calles llenas de gente.

-Esta ciudad es enorme.

Dice.

Los jóvenes la ignoran.

Yo estoy justo a lado de ella.

-Es enorme.

Vuelve decir mientras me voltea a ver.

-Es un monstruo.

Respondo.

Ella sonríe y asiente con la cabeza.

-¿De donde eres?

-Francia.

-Escuche que necesitas llegar al aeropuerto.

-Si. ¿Este autobús me lleva?

-Te lleva a la terminal de donde sale el que te lleva al aeropuerto.

Vuelve a sonreírme.

-En cuanto lleguemos yo te digo donde abordas el siguiente autobús.

-Gracias.

Responde ella, mirándome con sus enormes ojos verdes.

-¿A qué terminal quieres ir?

Pregunto.

Ella duda un momento.

-… No lo sé , voy a Cancún.

-A la terminal uno, son los vuelos nacionales.

-¡Sí! Me dijeron terminal 1.

-¿Vas de vacaciones?

Asiente con la cabeza.

-He estado ya dos meses en la ciudad, recorriéndola y conociendo lo que he podido y ya debo conocer la playa.

Le sonrío.

-Pues disfruta y bienvenida a México.

Ella sonríe.

La lluvia cae fuertemente mientras llegamos a San Lázaro. El autobús se detiene en el andén y todos salen.

-¿Es aquí?

Dice ella

-Si, ahora te digo donde abordas para el aeropuerto.

Salimos y caminamos por el andén hasta la puerta para la terminal uno.

-¡Este va al aeropuerto, señorita!

Dice el policía que está a la entrada del autobús.

-Y cuesta treinta pesos.

Mientras extiende los brazos para bloquear el paso.

-¿Puedo comprar el ticket con el operador?

Pregunta ella.

-No señorita, necesita la tarjeta.

Responde el oficial.

Ella voltea a verme, tomándome del brazo.

-No tengo tarjeta. ¿Dónde la compro?

-No te preocupes, usa la mía.

Le respondo.

Vuelve a sonreírme con esa mirada de sus ojos verdes.

Tomo mi tarjeta y se la entrego.

-¿Pero tú no..?

Dice ella.

Yo, negando con la cabeza.

-Yo consigo otra después, tú la necesitas más ahora.

Caminamos a los torniquetes…

-Que tengas buen viaje.

Le digo.

Yo salgo del andén y ella se queda para abordar su autobús.

Nos miramos fijamente por unos segundos, la ciudad guardó silencio.

Ella sonríe y me manda un beso con la mano al tiempo que dice:

-Au revoir

Le sonrió y ella aborda el autobús.

Doy media vuelta y continúo mi camino mientras mis pisadas se pierden bajo la lluvia y las voces de la ciudad.

Luis Antonio Lamadrid

Cineasta, guionista, actor y locutor. Me gusta contar historias, siento que es un medio para encontrar mis propias respuestas y comunicar lo que pienso a los demás. Me apasionan el cine, la comida y la construcción de personajes, así como leer entre líneas los temas de actualidad. Admirador de las culturas orientales. Escucho desde Música clásica, Joaquín Sabina, jazz, y hasta K pop.

Puedes contactarme a través de instagram: @luisantonioactoryvoz

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Última edición: 13.04.2023