Si hay algo que no podemos negar, algo inevitable en la vida de todos, esto es: el cambio. Este artículo está inspirado en una entrevista que Larry Miller (no el actor que hizo de peluquero en Diario de una Princesa), dio en el Podcast “BoF VOICES”.
Para aquellos sin una larga historia de salir con basquetbolistas (quien les habla es culpable de este hecho), el Larry Miller del que estamos hablando es un ejecutivo comercial estadounidense de Nike, Inc., quien ayudó a Michael Jordan a construir la marca de Nike “Jordan”, tan conocida por sus hermosas zapatillas, de las cuales personalmente no soy muy fan, pero que no podemos negar, marcaron un antes y un después en la historia de la moda, revolucionando y permitiendo reivindicar el sport-style dentro del street-wear.
Pero en esta ocasión no pretendo debatir acerca del calzado, sino, de una de las personas detrás. Este hombre, tan exitoso y sabio como lo vemos ahora, no tuvo el mejor de los comienzos: creciendo en el oeste de Filadelfia, tomó la decisión de unirse a una pandilla, lo que lo llevó a estar en prisión por múltiples delitos, entre ellos asesinato en segundo grado.
Normalmente pensaríamos que ahí acaba la historia, una de los tantos jóvenes que caen en el camino de las adicciones o de la delincuencia. Cerraríamos la página de policiales, diríamos ‘¡qué terrible!’, o, en el mejor de los casos ‘¡qué lástima!’ Pero, para nuestra sorpresa, nuestro querido amigo Larry, tomó otro camino: a través de un programa de rehabilitación, pudo comenzar su educación universitaria mientras estaba en prisión y, una vez liberado, inició su carrera profesional con un trabajo de contabilidad en Campbell Soup Company.
En 1997, abordó el desafío de formar parte de Nike bajo la dirección del fundador Phil Knight y se convirtió en el primer vicepresidente afrodescendiente de indumentaria de la compañía antes de convertirse en presidente de la marca Jordan en 1999. Sin embargo, su historia de fondo fue apenas conocida, con la publicación de su libro Jump: My Secret Journey From the Streets to the Boardroom.
Una historia ciertamente inspiradora. Una persona que a los 30 años decidió modificar el rumbo de su vida. En la inspiradora trayectoria de Larry Miller, desde su juventud en situaciones complicadas hasta convertirse en un líder en la industria de la moda, encontramos un poderoso mensaje sobre el cambio. No solo tengo que agradecerle por el gran ejemplo de vida que ofrece para todos nosotros, sino, porque me permitió introducir el tema de este artículo, y para ello voy a usar una frase, que me encantaría fuera mía, pero le pertenece a este hombre:
“Yo soy el ejemplo perfecto del hecho de que una persona puede cambiar, si le dan las oportunidades correctas, la posibilidad correcta, pero empieza dentro de ti, vos tenés que creer que podés cambiar”.
Tranquilamente podría dejar de escribir, porque Larry ya lo dijo todo, vos tenés que creer que podés cambiar, por supuesto que si un desconocido viene y nos ofrece 1 millón de dólares las cosas serían mas fáciles, pero no podemos estancarnos ahí. No podemos vivir quejándonos, pidiendo que Dios baje del cielo y nos deposite en nuestras manos la llave del éxito.
Ya tenemos algo mucho más valioso: la libertad de elegir. De elegir en vez de hoy comerme una hamburguesa, ingerir una comida con mas proteínas, vitaminas y nutrientes, de elegir salir a caminar y ver el sol, la naturaleza, otras personas, de elegir decirle por favor y gracias a la cajera del supermercado, sonreírles a las personas que pasan, de elegir usar esa blusa que estabas guardando para un momento especial, de elegir comenzar a trabajar por ese sueño que tenés amontonado en un cajón. No siempre es fácil, y es verdad que a algunos pareciera que todo les sale bien meramente por existir.
Pero eso no tiene que desanimarnos, al contrario, tiene que generarnos emoción porque vemos que eso que tanto anhelamos ¡es posible! Si quieres aprender un idioma, pero no tienes tiempo, escucha podcasts, programa clases particulares o de conversación en tiempos libres, empieza a leer en tu teléfono mientras vas en el transporte público, mientras esperas que hierva la pava para el café.
Si siempre soñaste con viajar a algún lado, empieza a ahorrar, así sea de a muy poco; busca otras alternativas laborales, trabaja desde tu casa diseñando calendarios online, monetiza tus redes, da clases particulares, o considera otras posibilidades: voluntariados, intercambios, work and travel.
Hay muchas mas maneras de las que te podés imaginar, así que parate, salí del estado de crisis y shock, date una vuelta, despejate, baila, escucha la música que te guste y disfruta de la vida hermosa que tenés.
Y si, todas las vidas son hermosas, todas las circunstancias son pasajeras, te prometo que esa ruptura no va a doler para toda la vida, que todo cambia, que las emociones pasan, que existe la reconciliación, el perdón, las segundas y las terceras y las decimoquintas oportunidades, que nunca es tarde para intentarlo y, sobre todo, que lo que vos te propongas, con esfuerzo, dedicación y compromiso, SE PUEDE LOGRAR.
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Última edición: 11.10.2024