Un snack de ejercicio, o “exercise snack” no tiene nada que ver con comerte una barrita de proteína mientras pedaleas en tu clase de Síclo. De hecho, no hay comida involucrada y es un excelente snack para cuidar tu salud. Cambiar el elevador por las escaleras, el coche por la bicicleta, o caminar en lugar de pedir un Uber son pequeños ejemplos de snacks de ejercicio que puedes hacer diariamente para mejorar tu condición física.
Así lo confirmó un estudio elaborado en la McMaster University de Ontario, Canadá, para el cuál se reunió a un grupo de adultos sedentarios sin problemas de salud y se les pidió que, a manera de snack de ejercicio, subieran las escaleras de tres pisos por lo menos tres veces al día por seis semanas.
Su condición física fue comparada con la de otro grupo de personas sedentarias que no se ejercitan, y aunque su condición cardiorespiratoria mejoró solo un 5%, el mayor beneficio se encontró en un aumento del 12% en sus niveles de energía.
Expertos aseguran que estos momentos de ejercicio, pueden ser tan efectivos como tomar una clase de indoor cycling.
Además, se ha comprobado que mientras más tiempo pases sentada en tu día a día, tu metabolismo funciona más lento y a tu organismo le cuesta más trabajo descomponer la grasa de manera efectiva.
¿Cuándo es el mejor momento?
“Se ha comprobado que hacer entrenamiento de fuerza o peso corporal antes de las comidas mejora el control del azúcar en la sangre y mejora la sensibilidad muscular a la insulina”, asegura el autor del libro the Four Pillar Plan.
¿Quieres comprobar que el exercise snacking que estás haciendo realmente está siendo efectivo? La señal más clara está en tu corazón, si tu ritmo cardiaco se acelera, lo estás haciendo bien.
Última edición: 11.02.2019