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¿Por qué deberías cambiar tu antitranspirante por un desodorante natural?

Después de unos 15 años de usar antitranspirante, decidí cambiarlo por un desodorante natural y esto fue lo que pasó.

Por Karla Reyes

desodorante-natural-bicarbonato.jpg Foto por Allef Viniciu

Desde que dejé de vivir con mis papás y empecé a tener mis propias decisiones de compra en cuanto a productos para el hogar y cuidado personal —como el desodorante o las toallas sanitarias– me volví más consciente, no solo del impacto que estas compras tienen en mi presupuesto, sino también en el medio ambiente.

En estos tres años de independencia he leído miles de artículos, he visto cientos videos en YouTube y, aunque me falta mucho para llegar a tener un estilo de vida zero-waste, poco a poco me he vuelto más consciente y he eliminado muchos de los plásticos de un solo uso que antes consideraba básicos en mi vida.

Cambiar las bolsas de plástico por bolsas de tela, las botellas de PET por un termo o las toallas sanitarias por la copa menstrual (aquí te cuento mi experiencia con ella) fue relativamente fácil, pero había un producto que nunca me imaginé que podría eliminar de mi vida: el antitranspirante.

Me preocupaban las consecuencias que este producto podía traer a mi salud.

Debo confesar que más allá del impacto ambiental, me preocupaban las consecuencias que este producto tóxico podía traer a mi salud. En resumen, los antitranspirantes contienen una sustancia llamada aluminio, la cual se encarga de tapar los poros para impedir la salida del sudor ¡Pero sudar no es malo! Es el proceso natural a través del cual nuestro cuerpo se deshace de las toxinas, mantiene los niveles de hidratación, temperatura corporal y PH.

Lo que me preocupaba es que años atrás intenté cambiar mi antitranspirante por un desodorante y me sorprendí al darme cuenta de que en la mayoría de los supermercados en la Ciudad de México existe solamente una marca que ofrece desodorante para mujeres y mi experiencia con él no fue nada buena, ya que al usarlo un par de días yo APESTABA, literalmente, así que volví al antitranspirante de siempre.

Hace dos meses decidí que era hora de volver a intentarlo, pero ahora quería probar una opción natural, sin bactericidas, parabenos ni perfumes sintéticos. Leí sobre la piedra de alumbre, encontré marcas que tenían desodorantes naturales y, como sinceramente estaba algo escéptica al respecto, me fui por la opción más simple –y económica– que era hacer mi propio desodorante casero con solo tres ingredientes naturales: aceite de coco, bicarbonato de sodio y harina de fécula de maíz (a.k.a maicena).

Los testimonios que encontré recomendaban empezar poco a poco, ya que al principio podía haber muy mal olor debido a que mi cuerpo iba a eliminar todas esas toxinas que tenían años atrapadas. Pero decidí que quería hacer un cambio definitivo y en ese momento de mi vida estaba trabajando como freelance, así que nadie más que yo (y el pobre de mi novio) tendría que soportar el aroma desagradable ¡Pero no fue así! Empecé aplicando la mezcla una vez al día, después de bañarme, y aunque sí tenía la sensación de estar sudando durante el día, nunca hubo mal olor.

La prueba de fuego fue cuando una mañana salí a correr, unas 20 horas después de haberme aplicado el desodorante natural y, aunque sudé ¡no olía a nada!

Cómo preparar un desodorante natural

Tuve la suerte de que la primera receta que probé me funcionó muy bien. La encontré en el canal de YouTube de Alexandra Nizhelskaya, mejor conocida como @thevortexway y además ayuda a reducir la transpiración:

  • 5 cucharaditas de bicarbonato de sodio.
  • 3 cucharadas de aceite de coco.
  • 2 cucharadas de Maicena (yo usé harina de arroz que es la que tenía en casa y me funcionó perfecto).
  • Si quieres que tu desodorante tenga aroma, puedes ponerle 3 gotitas de aceite esencial de tu aroma favorito (yo no lo usé).

Para prepararlo solo debes integrar todos los ingredientes en un recipiente hermético y mezclarlos con una cuchara o palito que sea de madera o plástico, prohibido usar metal porque se puede oxidar.

Esta mezcla me duró un mes de uso diario para dos personas (convencí a mi novio de usarla y está tan feliz como yo con este cambio).

Hoy llevo más de un año usando el desodorante natural y, aunque al principio cargaba con mi antitranspirante a todos lados por si era necesario, ya puedo dejarlo en casa porque ahora me siento con la confianza de que aunque sude un poco, ya sé que no voy a oler mal.

Puedo decir que, después de la copa menstrual, éste ha sido el segundo mejor cambio que he hecho en mi rutina de cuidado personal y estoy más que segura de que nunca más volveré a usar productos tóxicos en mis axilas.

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Última edición: 01.09.2019